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lunes, 21 de noviembre de 2016

Mierda sobre plástico



MIERDA SOBRE PLÁSTICO
Por Artza Bastard


Soy un cadáver despedazado. Me encuentro metido a trozos en unas malolientes bolsas de basura negras, dentro del maletero de un coche abandonado. Me han descuartizado de puta madre para que pueda entrar en esta chatarra de vehículo. Mi cabeza está en una bolsa, mis piernas y genitales en otra y el torso y los brazos en la última. Ni siquiera se han molestado en pegarnos fuego. Señal de que se la suda que me encuentren, total, nadie se va a poner a investigar la desaparición de un mierdaseca como yo. Y menos con la de ejecuciones mafiosas que hay en esta época. Así que aquí estoy yo, pudriéndome sin remedio mientras los carroñeros insectos y gusanos se amontonan impacientes a la espera de que se abra la veda para nutrirse de mis restos.
Y toda la demás escoria de la ciudad bebiendo y jodiendo como putos tarados. Además van por la vida como si se lo hubieran ganado o se lo merecieran o algo por el estilo. Bastardos… Yo he sido un hombre honrado. He seguido las reglas sin putear a nadie. He sido educado con la gente, siempre me he comportado como un ser civilizado, he sido pacífico, no me he metido en líos, hasta he sido solidario con los necesitados. Lo que se dice un ciudadano ejemplar, un puto buen samaritano de los cojones. ¿Y qué es lo que gano? Un tiro en la nuca y un desmembramiento deluxe. Mierda de vida… Solo por desear un coño, ¡joder! Yo, como la mayoría de la gente de este sucio planeta, solo quería follar, nada más. Y no creo que tuviera que morir por eso. Estaba harto de alternar entre mi mano izquierda y derecha, así que me puse a buscar en los bares clandestinos de esta ciudad del pecado. Nada más. No me he acostado con el amor platónico de nadie, no he pegado ni herido a ningún ser inhumano, ni siquiera le he salpicado con la meada al mítico hijo puta camorrero mientras orinaba hasta el culo de bebercio. No he hecho nada en mi vida, ni bueno ni malo. Nada. Y ya no voy a poder hacer nada más.
En menuda puta situación me encuentro metido yo también, caguen Dios. Tampoco digo que vivir mi vida fuera mejor que esto, sinceramente. Mi tiempo en este mundo ha estado lleno de fracasos, decepciones, calabazas, soledad y mucha mierda. Eso, y un montón de pajas a oscuras al amparo de la luna de sangre sumido en la deprimente inmensidad de mi lúgubre habitación de motel. Ostia… Menudo currículum. Quizá debería haberme suicidado hace tiempo, pero tenía muchas metas que me habría gustado cumplir. Cosas como una familia de mierda cimentada en el sólido odio, trabajos de poca monta para acumular más deudas que beneficios, un buen coche con el que quedarme tullido o yo que sé, pillarme alguna venérea mortal fornicando en un oscuro callejón cercano al puerto, con los disparos y las sirenas amenizando la velada. El puto sueño americano: desangrarte en cualquier sucia esquina con las ratas mordisqueándote los tobillos. Te llenan la cabeza de sueños y de falsas esperanzas para que no te des ni cuenta de la mierda entre la que vives. Yo como buen gilipollas me lo creí todo, me imagine un futuro lleno de posibilidades y de logros. Y ahora lo único que me espera es observar la lenta descomposición total de mi cuerpo, contando solo con la compañía del cabrón que más odio. Yo mismo.
Pero de nada sirve lamentarse en mi situación. Hay que ser positivo, mirar las cosas con perspectiva. Vale, estoy muerto, y que eso sea una putada no me lo niega ni Dios. Pero por otra parte, se acabaron, las preocupaciones, los marrones, los impuestos, el trabajo, tener que cotizar, las obligaciones, las elecciones, los políticos, las mentiras, el tener que socializarme, la sequía y la hembruna, las Navidades, la moda, la religión, la moral, l@s retrasad@s, los hipsters, las resacas,... todo eso se va a tomar por culo, por fin. Se acabo este tedioso sin sentido al que la gente de hoy en día le llama vida, que no es otra cosa que una puta farsa orquestada y representada por todo el mundo a la perfección. Sin que ningún jodido borrego cabrón consiga escapar del redil.
Yo, en cambio, soy libre por fin. He conseguido acabar con las cadenas que me unían a esta mierda de existencia. Ahora si me apetece, de repente, descojonarme en tres y alquilar unas bolsas de basura dentro de un maletero, nadie puede decirme nada. ¡Nadie! O si quiero desaparecer de la faz de la Tierra, sin darle explicaciones a ningún bicho viviente, puedo hacerlo también. Sí… Si lo piensas bien tampoco está tan mal. De hecho, me atrevería a decir que mi futuro se presenta esperanzador y todo…

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Después del final


DESPUÉS DEL FINAL 
por Juane Malatesta



Esa guerra encarnizada
que un día le declarasteis a la vida
a lo salvaje
a lo ingobernado...
la tenéis perdida de antemano. 
Por muchas batallas vencidas. 
Por muchas victorias
épicas y efímeras
que os hagan sentir omnipotentes.
No podéis cosificar el Universo.

Podéis arrasar bosques y humedales
y hacer de ellos cementerios de hormigón. 
Podéis exterminar, especie tras especie
toda vida que encontréis a vuestro alcance 
y no podáis transformar en mercancía...
Ya se encargará
el Caos que rige el Cosmos
de que vuelva el verde a estallar en las estepas
y la vida se transmute en nuevas formas.

¿No entendéis, tristes bufones sanguinarios?
No podéis domesticar a la Natura
porque ella nos creó y la marioneta
no puede subyugar a quien la tiene por los 
hilos.

Desde las cumbres no se ve la democracia
ni las vallas que separan a los pueblos.
Tampoco sabe el ave cuando vuela
si está en espacio aéreo protegido
porque tan solo ve cielos infinitos.

Estáis condenadxs al fracaso eternamente 
por mucho horror que sembréis a vuestro paso. 
Siempre habrá criaturas cuidando de sus crías. 
Compartiendo con lxs suyxs la comida. 
Siempre habrá ramas afiladas
peinando el viento
sin vuestro permiso.

Porque vasto es el vacío
y nosotrxs diminutxs y fugaces.

Siempre habrá poesía, aunque no queden poetas.
Podemos estar muertxs pero siempre habrá anarquía.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Bienvenidxs a nuestro mundo demente

Bienvenidxs. Acabáis de entrar el mundo oscuro y deprimente de la anhedonia. Un lugar masacrado, devastado y maltratado por este sistema capitalista monstruoso. Aquí estáis a salvo, podéis soltar las pesadas cargas de la vida y ser como deberíais ser, sin tabús, sin miradas de desprecio, sin gente que os reviente a ostias cada vez que dais un paso en una dirección no señalizada oficialmente. Nuestro fanzine es vuestro, podéis hacer lo que queráis con él, desde fumarlo hasta usarlo como papel de culo. Solo os pedimos una cosa: que os de gustico. Nada más. Eso ya nos hace inmensamente felices. Os dejamos la editorial, para que veáis de qué va el rollo, mientras hacéis hambre hasta que lo colguemos entero en la web. Disfrutad. 


“¿¿PERO QUÉ MIERDAS ES ÉSTO??  ¿¿QUÉ QUIEREN DE MÍ??”

Anhedonia (del gr. ν- an- 'an-', δον hēdon 'placer): incapacidad de una persona para experimentar interés o placer con actividades que antes solían resultarle gratificantes. 

Aquí estás. Holi. Bienvenidx.

Has abierto este fanzine probablemente porque algunx de nosotrxs te lo ha puesto en las manos sin dejarte elegir. O porque te ha llamado la atención el jepeto de Lon Chaney (el trastorner de la portada). En fin, lo puedes leer si quieres. Puede que lo disfrutes. O puede que hayas perdido la capacidad para el disfrute y seas unx más de esa legión de jóvenes desencantadas que un día creyeron que podían cambiar algo. Si es así, eres nuestrx lector: todo esto está escrito para ti. Si por el contrario piensas que el mundo es chachiguay y tal, más vale que dejes de leer. No queremos que nos estropees el fanzine leyéndolo con ojos optimistas.
Nacimos, y al principio todo era nuevo y fascinante. El placer, el dolor, la alegría, el desencanto…todo lo vivíamos con una intensidad visceral, como si fuera la primera y la última vez. También nos fuimos dando cuenta (algunxs) de que el mundo que habitamos es un lugar abominable gobernado por entes diabólicos y sostenido por la obediencia ciega de millones de víctimas que no saben que lo son. Y creímos que podríamos dinamitar ese mundo y construir otro nuevo…parecía tan sencillo, tan potencialmente al alcance de la mano…
Pero los años pasan, los robots no se dejan resetear, y a hostias nos ganarán siempre mientras no seamos muchedumbre. ¿Qué nos queda? La pelea diaria contra la apatía y el desánimo. Tratar de vivir como pensamos, aunque a veces parezca imposible. Luchar por que este mundo de mierda que no hemos podido cambiar no nos cambie a nosotrxs. Y vomitar bilis.
Eso es exactamente lo que vas a encontrar en estas páginas. Una colección de vómitos mentales autoterapéuticos. Digamos que este fanzine es un váter. O una papelera de rejilla sin bolsa (liquidillo fuera y tropezones dentro, ya tú sabes). No le busques coherencia o significado porque no lo tiene.
Tampoco queremos que te suicides… ya sabes que entre la mierda crecen las flores, y hasta en las noches más oscuras hay alguna luz lejana que quizá es el inicio de un fuego gigantesco.                     
Quizá algún día, en algún lugar…
Besos. 
Bilbo. Noviembre 2016.